Envío mediante el teléfono móvil de imágenes con contenido sexual

Qué es el Sexting

Qué es el Sexting

definición

El sexting consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles.
Según el glosario de ciberseguridad del gobierno de Australia del Sur, es el acto mediante el cual una fotografía digital sexualmente explícita que una persona se toma a sí misma es enviada a otra persona como un MMS por medio del teléfono móvil.
El Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños de la Universidad de New Hampshire en su destacado estudio publicado en diciembre de 2011 define el sexting como “imágenes sexuales producidas por menores susceptibles de ser consideradas pornografía infantil”.
Otra definición es la que da el Urban Dictionary: “el acto de enviar mensajes de teléfono móvil a alguien con el objetivo de tener con el o ella un encuentro sexual; inicialmente intrascendente, más tarde se convierte en algo sugerente y finalmente explícito.”.

cómo y por qué se origina

Sexting: Message sent... the wrong mail?Desde el origen de los medios de comunicación, las personas los hemos usado para enviar contenidos de tipo sexual (eróticos, pornográficos, etc.), pero con las NTIC surge un peligro: la difusión masiva e incontrolada de dichos contenidos.
En el caso de sexting se trata de contenidos muy íntimos, generados por los propios remitentes, mediante la grabación de sonidos, fotos o vídeos propios en actitudes sexuales, desnudos o semidesnudos, normalmente con destino a una pareja sexual o amorosa, aunque también en no pocas ocasiones a otros amigos, como un simple juego. Esto expone al creador o creadora de dichos contenidos a graves riesgos.
En PantallasAmigas llevamos tiempo analizando los motivos de los adolescentes para practicar sexting. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué los empuja a ello? La respuesta no es fácil ya que es una práctica reciente sobre la que aún no hay estudios concluyentes, pero pueden influir uno o varios de estos factores:

  • Creen que una imagen en un terminal móvil está segura y no son capaces de proyectar, de imaginar, las variadas formas en que esa imagen puede salir del dispositivo. Un robo, un error, una broma, un extravío… o la voluntad de su propietario.
  • Confían plenamente en la discreción —cuando no en el amor eterno profesado— por parte del destinatario del envío. Carecen de experiencia vital suficiente que les invite a pensar en que las cosas, en la vida, cambian por muy diversos factores.
  • Sienten cierta presión de grupo que les lleva a ganar notoriedad y aceptación en este contexto, el digital, tan importante para ellos. Este factor, añadido a la plenitud hormonal, puede generar combinaciones poco recomendables.
  • Las influencias y modelos sociales distan del recato. La exhibición de relaciones sexuales o desnudos por personas no profesionales, comunes, abundan en la Red. Si pueden ver a cualquier persona anónima en su intimidad a través de la Red, no parece tan grave que uno aparezca de esta guisa. El desnudeo es algo común, hasta cierto punto normalizado.
  • Desconocen las consecuencias que para su vida puede llegar a tener el hecho de que esa imagen comprometida sea de dominio público.
  • La natural falta de percepción del riesgo que acompaña a la adolescencia y el espíritu transgresor desencadenan ciertos desafíos. En algunos casos resulta simplemente divertido, en otros, sirve para coquetear o dar otro contenido a una relación.
En concreto se ha apuntado en repetidas ocasiones por parte de diversos expertos y estudios (vid. ejemplo), como factor que impulsa el sexting, al contexto cultural en el que crecen muchos adolescentes, con un marcado culto al cuerpo, a las celebridades, y en el que los medios de comunicación de masas (sobre todo la TV) promueven esos y otros valores como por ejemplo la competitividad en todos los órdenes de la vida (tener el mejor cuerpo, el mayor número de amigos, ser el/la más popular…). El hecho de que muchas estrellas del deporte, el cine o la música realicen sexting y esto se trasmita por los medios, contribuye a normalizar e incluso dar cierto aire de prestigio a dicha actividad entre los adolescentes. El particular fenómeno del scarlettjohansoning es muestra de ello.
Un estudio de 2009 del Internet & American Life Project del Pew Research Center apuntaba que los adolescentes podrían tomar las imágenes de sexting como un sustituto de las relaciones sexuales, al tiempo que se están usando como una especie de moneda emocional, que necesitan pagar para mantener una relación. La organización británica Oldham Safeguarding Children’s Board también ha apuntado que los adolescentes consideran el sexting una especie de forma de sexo seguro, pese a los notorios riesgos que implica. Otros estudios descartan que el sexting sea un sustituto del sexo físico y lo consideran parte de un conjunto de prácticas sexuales de riesgo.
Según un estudio publicado en la revista Pediatrics el motivo más común para el sexting entre adolescentes era una relación sentimental, aunque también se citaron las bromas y el ligue. Una cifra importante de los menores que salían en el sexting (31%) lo habían hecho en relación con el consumo de alcohol o drogas. En los casos en que había mayores de edad implicado, todos tenían entre 18 y 21 años. Un 3% de los que habían aparecido en las imágenes o las habían realizado, reconocieron hacerlo a causa de amenazas o un chantaje. En setiembre de 2012 otro estudio pediátrico realizado en Los Ángeles (California) apuntaba también a la relación entre sexting y sexo con alcohol o drogas.
La organización ConnectSafely ha determinado en un estudio que las principales razones para producir y/o trasmitir sexting son las siguientes:

  • noviazgo
  • coqueteo
  • lucimiento
  • impulsividad
  • presión de los amigos
  • venganza
  • intimidación
  • chantaje
Una investigación publicada en 2011 por UNICEF señalaba que los jóvenes se sienten a menudo más cómodos compartiendo informaciones íntimas o comportándose de una manera sexualizada online que fuera de la Red y que hay un número significativo de adolescentes que están publicando imágenes suyas de tono sexual en la Red.
Según el Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños la ruptura de una pareja es una causa frecuente de los casos de sexting distribuido sin autorización que llegan a manos de la policía en los EE. UU. En un 33% de los casos que llegaron a la policía estadounidense en 2008 y 2009 no existen agravantes y son más bien debidos al interés por experimentar, a una relación sexual de pareja o al flirteo. Los investigadores de esta entidad llaman la atención sobre los casos de menores muy jóvenes que están usando el sexting para llamar la atención de los demás.
“Para los jóvenes, mostrar el cuerpo es considerado como un asunto de belleza, no pasa por los códigos morales impuestos por los adultos”, según la investigadora Luz María Velázquez Reyes, del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México.
Según Jon Brown director del programa sobre abuso sexual de la NSPCC británica, se han descubierto numerosos casos en ese país en los que chicas incluso de 12 años reciben presiones de sus novios para enviarles fotos suyas desnudas.

 

datos sobre el sexting

Un estudio de la Universidad del Sur de California publicado en setiembre de 2012 y realizado entre estudiantes de instituto de Los Ángeles, asoció el sexting entre adolescentes con una mayor probabilidad de un comportamiento sexual de riesgo. Los adolescentes que practican sexting son siete veces más propensos a ser sexualmente activos que los que aseguraban no usar el móvil con fines sexuales. El trabajo advertía además de que el riesgo es aún mayor en el caso de los adolescentes de más edad y que no son heterosexuales. El 12% del total de estudiantes reconoció haber enviado algún mensaje o una foto de sexo explícito y el 40% aseguró conocer a alguien que practicaba sexting. El estudio indicaba que las chicas que habían enviado fotos desnudas con su móvil eran las que más probable era que tuviesen también una relación sexual de riesgo, que tuviesen varias parejas sexuales o que consumiesen alcohol y drogas antes de practicar el sexo.

 

Un estudio publicado en Julio de 2012 y realizado por University of Texas Medical Branch Health entre adolescentes de 14 a 19 años que estudiaban en institutos públicos de los EE. UU., reveló que más de 1/4 de los adolescentes habían enviado una foto de sí mismos desnudos por medios electrónicos y que la mitad había recibido solicitudes para hacerlo, y que 1/3 había realizado tales peticiones. El estudio también mostró que lo más común es que los chicos se lo pidan a las chicas (al 27% de ellas les molesta mucho) y que los que realizan sexting coinciden en mayor número con los que salen con alguien y con quienes mantienen relaciones sexuales. En el caso de las chicas el estudio lo relaciona con prácticas como el consumo de alcohol o drogas antes del sexo o el tener múltiples parejas. El estudio fue publicado en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

 

El 20% de los alumnos de un instituto privado del Suroeste de los EE. UU. han utilizado alguna vez sus móviles para enviar una foto sexualmente explícita, el 25% han reenviado ese tipo de imágenes y la mitad de los varones la ha recibido alguna vez. Esto es lo que reveló un estudio realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad de Utah y publicado en la revista Archives of Sexual Behavior. Un dato chocante que incluía este informe es que quienes conocían las consecuencias legales del sexting eran los que más lo realizaban: 35% frente a 24% entre los que no eran conscientes de dichos riegos.

 

Según el Child Exploitation and Online Protection Centre británico, el 38% de los chicos entre 11 y 17 años han recibido mensajes de móvil o de correo electrónico con contenido sexual explícito y el 70% conocían al remitente.

 

El grupo de seguridad electrónica del Oldham Safeguarding Children’s Board —que trabaja en el área del Gran Manchester— afirma que de media dos colegios a la semana acuden a ellos en busca de ayuda por incidentes de sexting y que la cifra va aumentando. Entre estos casos ya han comenzado a detectar los primeros en escuelas de Primaria.

 

El 10% de los que envían SMS sexuales se ha equivocado alguna vez de destinatario. El estudio realizado en el Reino Unido destaca que casi la mitad de los adultos británicos habrían mandando este tipo de mensajes alguna vez en su vida.

 

Agentes de policía que vigilan las redes de pornografía infantil online han detectado desde finales de 2010 un incremento en las autofotos (y vídeos) que son robadas y terminan en estos círculos. Según el CEOP británico, existen miles de horas de grabaciones indecentes de web de chicas británicas que han terminado en webs de este tipo.

 

Según un estudio realizado entre chicas de 14 y 15 años, el 40% no veían nada malo en sacarse una foto en topless, y 1 de cada 6 (16,7%) no consideraba inapropiado posar completamente desnuda para otras personas. El 30% de las chicas que han recibido un mensaje de sexting reconocen que no sabían quién era la persona que se lo había enviado.

 

Un estudio publicado en la revista Pediatrics sobre el sexting entre los menores estadounidenses, reveló que sólo el 1% envían imágenes sexualmente explícitas (es decir, que muestran pechos desnudos, genitales o el culo, según la definición del estudio) que podrían ser constitutivas de delito de pornografía infantil según las leyes de los EE. UU.
Otros datos revelados por el estudio son:

  • 7% afirman haber recibido imágenes de otras personas desnudas o casi-desnudas.
  • El 5,9% las han recibido sexualmente explícitas.
  • De los que recibieron imágenes de sexting, el 56% eran chicas, y el 55% tenían 16 ó 17. Ninguna tenía menos de 12 años.
  • El 9,6% aparecía en imágenes desnudo o casi desnudo, o las había sacado o recibido (es decir, había estado implicado de alguna manera en un caso de sexting).
  • El 2,5% aparecía en dichas imágenes o las había creado. De esos, el 61% eran chicas, el 72% tenían 16 o 17 años y sólo el 6% tenían 10, 11 ó 12 años.
  • Del total de los entrevistados, el 1,8% se había sacado a sí mismo/a, el 0,3% había sido grabado/fotografiado por otra persona y el 0,4% había grabado/fotografiado a otro menor.
  • De los que salían en las imágenes o las habían sacado sólo el 54% mostraba pechos, genitales o culo desnudos.
  • Entre los que las recibieron, ese tipo de imágenes suponía el 84%.
  • El reenvío es poco frecuente: fueron distribuidas o publicadas en Internet en el 10% de los casos de sexting activo y sólo en el 3% de sexting pasivo.
  • El sexting activo sucedió:
    • Una sola vez en el pasado año, para el 41%.
    • Dos veces para el 23%.
    • De 3 a 5 veces para el 26%.
    • 6 veces ó más para el 10%.
  • El sexting pasivo sucedió:
    • Una sola vez en el pasado año, para el 39%.
    • Dos veces para el 33%.
    • De 3 a 5 veces para el 22%.
    • 6 veces ó más para el 6%.

 

El Estudio sobre seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles, elaborado por INTECO y Orange incluye los siguientes datos acerca del sexting:

  • El 4,3% de los menores ha recibido imágenes sugerentes de personas de su entorno (sexting pasivo), y un 1,5% reconoce haberse hecho a sí misma/o fotografías de carácter sexy (sexting activo).
  • El sexting activo es más practicado por chicas (2,2%) al contrario que sexting pasivo, más practicado por los chicos (5,1%).

 

Según los datos recogidos en la encuesta EU Kids online II promovida por la Comisión Europea en su programa Safer Internet, uno de cada 10 menores entre 12 y 16 años afirma haber recibido mensajes de carácter sexual. Una cuarta parte de ellos afirmó haberse sentido afectada o molesta por haber recibido estos mensajes.

  • El 7% de los menores españoles entre 11 y 16 años (la mitad que en el conjunto en Europa) afirma haber recibido o visto mensajes de tipo sexual en los últimos doce meses. La edad es factor muy importante pues se observa un notable crecimiento cuanto mayor es el/la menor: 3% entre 11 y 12 años y cerca del 10% entre 15 y 16.
  • España se encuentra entre los países con menor incidencia de esta práctica en Internet y la diferencia es mayor entre quienes dicen recibir (10%) y quienes dicen enviar (1%) que en conjunto de Europa.
  • También hay diferencias según el sexo: cerca del 10% de los chicos afirman haber recibido en alguna ocasión sexting por Internet frente al 5% de las chicas. Los varones están más expuestos a la pornografía en internet y a la recepción de mensajes sexuales, mientras que entre las niñas es más frecuente sufrir ciberbullying.
  • Estos mensajes se ven o reciben de forma muy esporádica, con frecuencia menor de una vez al mes.
  • El porcentaje de menores a los que alguien a través de Internet les ha pedido hablar de sexo o enviar una fotografía o video suyo mostrando sus órganos sexuales es muy bajo. Alrededor del 1% en España y del 2% en Europa.
  • Los padres en general subestiman la incidencia del riesgo relativo a los mensajes sexuales, reportado por un 9% de los menores y estimado por un 5% de los padres.

 

En una encuesta realizada por Associated Press y el canal de televisión MTV uno de cada tres adolescentes y adultos jóvenes encuestados reconoció haber tomado parte en el sexting. El 61% de ellos reconoció que el sexting es “un problema” para los internautas su edad. Solamente el 10% de los encuestados que dijeron que habían intercambiado mensajes sexuales con personas que sólo conocen de Internet. En un estudio similar realizado en 2009 esa cifra era del 29%.

 

Según un estudio del Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños de la Universidad de New Hampshire, la policía de los EE. UU. trato entre 2008 y 2009 un total de casi 3.500 casos de sexting de menores (1.750 casos por año), en 2/3 de los cuales concurrían circunstancias agravantes, tales como la participación de un adulto (36%) o actuación abusiva por parte de un menor (31%).

  • De los casos en que había un adulto implicado, la mitad de esos adultos tenían entre 18 y 25 años. En un 5% de este tipo de casos eran los menores quienes enviaban sus desnudos a los adultos en busca de sexo, es decir, casi un 2% del total de casos analizados.
  • En el 6% del total de casos el comportamiento era gravemente delictivo al implicar sextorsión o abuso sexual entre los propios menores.
  • En el 17% del total de casos se había producido distribución del sexting sin autorización.
  • En su mayoría (63%) los casos no pasaron más allá de los teléfonos móviles, es decir: no acabaron en Internet.
  • En dos de cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían pornografía infantil según las leyes federales de los EE. UU.
  • El intercambio de imágenes de sexting juega un papel relevante en las relaciones sexuales ilícitas entre adultos y menores.

 

Luz María Velázquez Reyes, del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, comunicó en noviembre de 2011 las siguientes cifras después de entrevistar a 708 estudiantes (232 de bachillerato y 476 de licenciatura):

  • 80% habían visto imágenes de personas semidesnudas o desnudas en las redes sociales.
  • 20% se tomó fotografías o videos sexualmente sugestivos.
  • 20% recibió invitaciones para retratarse en poses eróticas o pornográficas.
  • El 45% compartió material erótico recibido por teléfonos celulares.
  • 10% lo ha publicado en sus perfiles o lo ha enviado a sus contactos.
  • 60% recibió imágenes o videos con estas características.
  • En el 25% de los casos, los jóvenes los comparten con su pareja, y el 10 por ciento, con personas cercanas.
  • El 55% de los encuestados conoce a alguien que guarda fotografías o videos de novias.

 

Una encuesta realizada por el web brasileño Capricho reveló que más del 90% de las chicas habían recibido solicitudes para mostrarse desnudas ante la webcam.

 

Investigadoras de la Universidad estadounidense de Rhode Island realizaron una encuesta entre jóvenes en edad universitaria y encontraron que 2/3 (67%) habían realizado sexting y el 78% también lo habían recibido. El 17% incluso lo había reenvíado a terceras personas.

 

Una encuesta de la organización mexicana ASI reveló que el 90% de las personas que envían sexting, autofotografiándose en poses eróticas o desnudas, son mujeres. En una amplia encuesta realizada a más de 10.000 estudiantes mexicanos de cuarto de primaria hasta tercero de secundaria (el 85% tenía entre 12 y 16 años) dio a conocer que casi el 8% de estos jóvenes reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o extraños. El 36,7% de los encuestados dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo, y el 10,2% reconoció haber enviado mensajes de e-mail o de SMS con insinuaciones sexuales (sexting textual).

 

Connect Safely identifica los siguientes como los destinatarios más habituales de quienes generan el sexting:

  1. alguien que les gusta (21%);
  2. el novio o novia (20%);
  3. el ex novio/a (19%);
  4. amigos en general (18%);
  5. su mejor amigo/a (14%);
  6. desconocidos (11%)
  7. compañeros de clase (4%)

 

Según un estudio del INTECO (2010) el 8,1% de los menores españoles recibe de fotos o vídeos de chicos/as de su entorno en posturas provocativas o inapropiadas. El 4,0% reconoce haberse hecho fotografías o vídeos a ellos/as mismos/as en posturas provocativas o inapropiadas. La incidencia directa es algo mayor entre los adolescentes de 15 y 16 años: 6,1%.

 

En 2010, el 8,6% de los casos remitidos por los internautas al servicio Denuncia-online.org, que recibe quejas de problemas de diversa índole relacionados con las TIC, tenía que ver con el sexting.

 

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha expresado su preocupación por el auge de este fenómeno que según reconocen está provocando nuevas tipologías de delitos.

 

Numerosos colegios e institutos de ese mismo país, así como en Australia y Reino Unido, están estudiando con urgencia el tema tras la aparición de numerosos casos, y aplicando nuevas normas al respecto para el curso 2009-2010.

 

La experta en educación infantil y ex-policía australiana Susan McLean afirmaba en 2010 que organizaciones que trabajan en el área de Victoria (Australia) cuantifican en el 80% el tanto por ciento de alumnos de 10º curso (14-15 años) que han enviado o recibido imágenes de sexting.

 

En una encuesta concluida en 2010 por Safernet Brasil por todo el país se descubrió que el 11% de los chicos entre 5 y 18 años había realizado alguna vez sexting.

 

Según la psicóloga estadounidense Susan Lipkins ya hay chicos de tan sólo 9 años que están haciendo sexting (datos obtenidos en un estudio entre 300 chicos). Según afirma Lipkins al menos el 65% de los adolescentes entre 13 y 19 años están haciendo sexting.

 

Según un estudio del Internet & American Life Project (Pew Research Center) en EEUU un 15% de los usuarios de teléfonos móviles de entre 12 y 17 años han recibido fotos de desnudos o semidesnudos en sus terminales. Tan sólo un 4% admite haber enviado esas fotos. Según el estudio de Pew, no hay diferencias entre ambos sexos pero sí que aumentan los casos con la edad: entre los diecisieteañeros el 8% había enviado imágenes sexualmente provocativas y el 30% las había recibido.

 

Un estudio realizado en 2009 entre estudiantes de varios Estados brasileños de entre 5 y 18 años, reveló que el 12% habían publicado fotos íntimas en internet, enviadas por e-mail o publicadas en redes sociales. Un 3,8% del total de entrevistados lo habían hecho más de 5 veces.

 

En el condado de Jefferson (Kentucky, Estados Unidos) en el comienzo del curso 2009-2010 se estaban produciendo 22 expulsiones al mes por causa del sexting.

 

Diversos Estados norteamericanos están emitiendo decretos o realizando urgentes modificaciones legislativas para diferencias los casos y no tener que aplicar graves acusaciones de pornografía infantil en todos los casos de sexting.

 

Según una encuesta realizada en los Estados Unidos por Harris Interactive para la empresa Cox Communications el 19% de los adolescentes participa en actividades de sexting enviando, recibiendo o trasmitiendo fotos de desnudos o semidesnudos por MMS o e-mail. El 60% de ellos lo hace a su novio o novia, pero el 11% reconoce haber enviado sexting a personas que ni siquiera conocían. El 81% de los sexters tiene menos de 18 años.

 

Aunque en Australia no existen (en 2009) estudios tan completos como los realizados en EE.UU., una encuesta realizada entre 588 chicas por la revista Girlfriend mostraba que un 40% de las encuestadas habían recibido peticiones de sacarse fotos desnudas y mandárselas a alguien. La línea de ayuda australiana Kids Helpline recibía en 2009 cerca de 65 llamadas relacionadas con el bullying cada semana, de las cuales un 20% están directamente relacionadas con la combinación de sexting y ciberbullying.

 

Según otra encuesta, realizada en el ámbito universitario por la revista Playboy, la mitad de los universitarios del país lo practican. El 34% de los entrevistados reconocieron que hay fotos de ellos desnudos en los teléfonos móviles de otra persona. El 40% de ellos había visto mensajes de sexting que no eran para ellos y el 20% los ha reenviado. El 15% de los adolescentes y 19% de los adultos jóvenes envían este tipo de mensajes a personas que sólo conocen de la Red.

 

Según la revista Family Circle la incidencia del sexting entre los adolescentes estadounidenses estaría en el 45%.

 

La asociación argentina Chicos.net ha realizado otra encuesta de la que se desprende que el 36% de los adolescentes ha enviado fotos suyas en poses provocativas.

 

En los colegios de Estados Unidos se han detectado casos entre menores de 14 años. También casos en los que las fotos se han intercambiado por dinero (podría ser considerado venta de pornografía infantil).

 

 

Según una investigación de la ONG Beat Bullying realizada en 2009 y citada en un debate en el Parlamento Británico, el 38% de los niños de 11 a 18 años habían recibido un mensaje (por email o móvil) molesto o sexualmente explícito. En otra investigación realizada en 2010 esta misma organización reveló que el 54% de los profesores sabían que sus alumnos estaban generando y compartiendo mensajes e imágenes de tipo sexual por medio de sus teléfonos o de Internet.

 

En el mismo debate en el Parlamento Británico se mencionaba un estudio de la Universidad de Plymouth (publicado en 2009) que indicaba que el 40% de los chicos y chicas de 14 a 16 años reconocían que sus amigos hacían sexting. Este mismo estudio revelaba que el 56% de los encuestados conocía casos en los que fotos o vídeos se habían difundido más allá del destinatario original, aunque sólo el 23% creían que se había difundido para causar mal. El 30% conocía a alguien que había sido perjudicado por el sexting y sólo el 27% pensaban que los jóvenes necesitan más apoyo y consejo sobre el tema. Sólo el 24% dicen que acudirían a un profesor o profesora en busca de ayuda si fuesen afectados por algún problema relativo al sexting.

 

A la policía del Estado norteamericano de Maine llegaba en 2009 un caso de sexting cada 2 semanas, según informaron, y la cifra seguía aumentando.

 

Según el estudio “La generación interactiva en Iberoamérica” realizado por la Universidad de Navarra y Telefónica, el 92% de los adolescentes chilenos tienen celular. De ellos, el 15 por ciento declaró haber recibido material pornográfico sin pedirlo.